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Drago

Endémico

Árbol de hasta 20 metros de altura, pero que normalmente mide menos. Los Dragos son muy longevos, pero estimar su edad real es muy difícil ya que no desarrollan aros anuales. El famoso Drago de Icod tiene varios centenares de años y es el ejemplar más grande de las Islas. La especie es un vestigio del periodo Terciario del que se han encontrado fósiles en Europa, lo que demuestra que antiguamente estaba más extendido. Actualmente no es común en su hábitat natural, pero en Tenerife puede encontrarse en lugares poco transitados como el Barranco del Infierno (Adeje).

Los antiguos guanches extraían de los troncos la abundante savia conocida como “sangre de Drago”. Con la exposición al aire la savia se endurece y se convierte en una resina roja que utilizaban como remedio contra la lepra o para momificar a sus muertos. Hoy en día esta savia se sigue untilizando en la industria farmacéutica y también para lacar instrumentos de música. Se dice que Stradivarius (muerto en 1737) insistía en usar “sangre de Drago” para sacar brillo a sus violines.

El Drago florece de una a dos veces al año. Los numerosos frutos que produce tienen el tamaño de un guisante, son de color naranja y su dulce pulpa atrae a los pájaros. Las duras semillas germinan en 3 semanas.
Si se quiere plantar como recuerdo de Tenerife, no exige un suelo particular, pero no debe regarse en exceso. Durante el primer año alcanza los 15 cm. A los 10 años de edad, el árbol empieza a ramificarse y desarrolla las típicas raíces aéreas.